Ubicadas a unos 30 kilómetros de la ciudad de Toledo, dentro del término municipal de Burujón, las Barrancas de Burujón conforman uno de los parajes naturales más espectaculares de la provincia. Declaradas Monumento Natural en el 2010 por la Junta de Castilla La Mancha, también tienen la clasificación como Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Interés Comunitario. El espacio natural está formado por las aguas del Embalse de Castrejón a un lado y las escarpadas cárcavas de piedra arcillosa rojiza al otro, paisaje que recuerda al Gran Cañón de Colorado. Un sendero que discurre junto al acantilado, permite disfrutar de diferentes puntos de vista del monumento. Al caer la tarde es especialmente bello el color rojizo que toman las afiladas paredes, siendo el momento más deseado para obtener las mejores fotos. Se formaron gracias a la acción del agua y el viento durante 25 millones de años, desde el Mioceno las aguas de lo que hoy es el río Tajo, han estado horadando el frágil terreno arcilloso que forman las barrancas. Esta acción continúa durante milenios, ha provocado las escarpadas y afiladas figuras que se extienden por más de un kilómetro, llegando a alcanzar los 120 metros de altura en el punto más elevado, el Pico del Cambrón. En el año 1967 se inauguró el Embalse de Castrejón, un elemento que le añade más espectacularidad si cabe al conjunto natural. Con una media de 40 Hm3 de agua, es el hogar de numerosas especies de aves y mamíferos, algunas de ellas catalogadas como especies de especial protección.